jueves, 26 de marzo de 2015

Heroína en minúsculas



Entrevista con Mafalda, nuestra representante en la Primera Cumbre Internacional de Superhéroes por la Paz Mundial.

Por Cristian Cuellar

La cumbre por la paz que se va a realizar el día de mañana en Bogotá, estará integrada principalmente por superhéroes de todo el mundo. Superman, Batman, la Mujer Maravilla  y el Capitán América, encabezaran la lista de los superhéroes más esperados, puesto que pisarán por primera vez tierras colombianas. Sera la primera reunión oficial de los grandes héroes de los comics y se realizará dentro del marco de los diálogos de paz entre FARC y el gobierno colombiano.

Se han convocado personajes que han dedicado su vida a salvaguardar la vida de sus semejantes. Cada uno de ellos conlleva una lucha diferente, contra villanos diversos. Se esfuerzan por preservar la vida, aun arriesgando la suya misma, legando un ejemplo de respeto por la dignidad y los derechos de los seres humanos, de la naturaleza y de los diversos organismos que hacen parte del gran circulo de la vida, aquí en la tierra.

Para sorpresa de muchos, que esperaban una convención protagonizada de músculos y superpoderes, ha aparecido en escena una niña rebelde proveniente de la Argentina. Una niña de seis años (seis años que ha tenido desde 1964) que cuestiona las acciones humanas, así como sus costumbres, formas de vida y sus desempeños dentro de las realidades mundiales. Es una “piba” que se preocupa por la situación global y ha estudiado idiomas para funcionar como traductora – y mediadora-  entre los actores de los diálogos importantes, siendo este el caso  entre los superhéroes, FARC, y gobierno.  Ella hace parte de la nómina de superhéroes convocados a la ciudad capitalina en un momento crucial para dar conclusiones, firmar la paz, y dar paso al postconflicto.

Logro obtener una entrevista con ella, quien se encontraba dando una conferencia en la Universidad Cooperativa de Colombia.

Es esta la primera vez que pisa tierras colombianas, y no es precisamente para vacacionar sino que ha sido convocada para participar e intermediar entre los diferentes actores del conflicto armado. Es un conflicto que lleva más de sesenta años siendo el más antiguo del mundo y uno de las más mortíferos… han muerto unas trescientos mil, han sido heridas un millón y medio y desplazadas unas seis millones. Es una gran responsabilidad asumir esta oportunidad que el gobierno Santos le otorga a usted como mediadora e inclusive también como delegada por Latinoamérica. ¿Cómo se siente usted al asumir esta tarea? ¿Se siente capaz de resolver con criterio las dificultades de la negociación?

Ma: Es precisamente lo que vengo hacer acá. Creo estar neutralmente ubicada. Los adultos como usted creen que los niños son incapaces de hacer ciertas labores que por costumbre hacen. Pero ¿no es acaso ese el punto, que haya por lo menos la voz de una niña como yo?

Pero sigue usted sin responder mi pregunta, le repito ¿Cómo se siente al hacerse responsable de este papel? ¿Cree tener las capacidades para ello?

Ma: Me siento muy feliz, es este mi sueño desde que mi padre, Quino, me creó. Siempre quizá ayudar a que la gente grande resolviera sus problemas por el diálogo, y heme aquí. No le niego que me siento asustada, pero es algo normal en estas situaciones, y más siendo esta mi debut oficial como delegada, mediadora y… traductora.  Debo admitir que soy una persona pesimista, siempre lo he sido y mi labor en la prensa siempre ha sido el de brindarle un nuevo mirar a los jóvenes y chicos como yo. Pero al llegar aquí a Colombia, llegue primero al aeropuerto de Rio Negro, para luego viajar hasta la Universidad de Antioquia, sentí ese calor humano que muy poco se ve en Argentina. Estoy fascinada con la gente de Colombia, aunque aquí en Bogotá son más argentinos no dejan de ser alegres y eso me inunda de esperanza y, obviamente, de alegría.

Señorita, le insisto ¿Cree usted tener las capacidades?

Ma: supongo que usted debe saber que llevo muchos años siendo testigo de los actuares violentos y estúpidos de los políticos y los ejércitos. Yo vengo de soportar dos dictaduras que hirieron y marcaron a mis colegas argentinos. Y no le hablo únicamente de mi país si no de las demás opresiones y guerras que ocurrían casi que paralelamente en todo el mundo. Por eso siempre escuchaba la radio, para enterarme de lo que acontecía fuera. Soy parte de esa generación que protestaba contra el burdo saqueo en Vietnam, hable de ello en mis apariciones en la prensa.
También soy testigo fiel de los cambios que han logrado las uniones entre jóvenes, Argentina es un ejemplo a seguir. He aprendido que al conflicto, fuere cual fuere, hay que mirarlo desde el monstro que es y… hasta los monstros se asustan, de eso soy fiel testigo, desde hace muchos años… le puedo asegurar que inclusive que poco después de que desatara la violencia en este bello país. ¿Le parece suficiente?

Si, aunque en una sociedad como la actual ¿Cree usted que  su voz llegara a tomarse en cuenta?

Ma: Si eso ocurre, esperaría con tranquilidad una tercera estupidez mundial. A los niños hay que escucharlos.

¿Qué opina de los héroes que compartirán esa honorable mesa?

Ma: Sé que cada uno de ellos lucha, eso es admirable. Pero mire usted que no basta con eso. Hay quienes luchan por algo real y están quienes luchan desde la ficción, y de ello me prevengo…. Siéndole sincera pienso que hay superhéroes que no tienen el criterio para esta situación. Me hacen sentir como me sentí con China en su auge revolucionario.

¿Se refiere a alguien en especial?

Ma: a lo que voy es que hay quienes deberían olvidarse de sus métodos con los cuales siempre han luchado para preservar la paz y el orden.

¿Se refiere a alguien en especial? Perdone le insisto

Si, bueno, sé que puedo contar con Superman y Batman, pero específicamente el Capitán América me incomoda un poco.

Entiendo, pero acláreme ¿Por qué el Capitán América? Se sabe que en la Habana los únicos soldados que están en diálogo son los jefes guerrilleros pero ¿Qué pasa con el Capitán América, es por su condición de soldado estrella de los Estados Unidos?

Ma: Tengo razones para creer que no le conviene que la guerra en Colombia se termine de esta manera.

¿Saboteo?

Ma: No podría argumentar eso. Habría que mirar, pero,  siendo yo mediadora y traductora estaría muy pendiente de él cuando haga sus intervenciones, y como no sabe español, seguramente haré lo posible por que la comunicación y los mensajes sean los mejores, para que haya paz de una vez por todas.

Cada uno de ustedes son muy queridos por los habitantes de cada una de sus comunidades, de sus países. Pero he observado que grandes escritores como Cortázar, Umberto Eco y Gabo le respetan y admiran al igual que las últimas generaciones de niños y adultos que crecieron con sus apariciones. Eso la pone quizás en un lugar que muchos músculos no han podido. 

Ma: Solo sabría decirle que los problemas que se esperan lograr por medio de la fuerza solo crea más violencia y desgracia. Es mejor plantearse soluciones por medio del diálogo. Cuando supe que la Comisión Nacional de la Paz me solicitaba para hacer parte de esta hermosa oportunidad, lloré de la emoción. Daré lo mejor para que esto sea una realidad.

Los colombianos, seguramente muchos, no esperaban su presencia. Según la encuesta que se realizó después de que se oficializó su futura participación varios colombianos mostraron indiferencia. ¿Qué cree que indica ello?

Ma: Me ha resultado difícil creer que los colombianos sepan poco de mí. Cuando llegue me atendieron con mucho cariño y eso lo agradezco. Pero después de hablar con uno que otro me di cuenta que su simpatía respondía más al hecho de que soy figura pública. Pero fue evidente su poco conocimiento sobre mmi trabajo y sobre mi historia. No es raro que hayan mostrado indiferencia, creo que a este pueblo, y me refiero específicamente a la gente joven, les hace falta un referente, un líder.
     
 Buscaba usted ser una líder ¿Qué hay sobre los lideres?

No, en realidad nunca lo busque. Mi padre si quería algo conmigo, y tuve una buena acogida. En poco tiempo estaba en Italia, Alemania, Rusia y Estados Unidos. Pero no busque serlo, simplemente fui lo que soy, y lo sigo siendo.

Leí su trabajo, sus historietas, y muchas frases famosas. En ninguna de ellas vi una inclinación o una simpatía hacia un partido político en especial. Sé que le incomoda la situación mundial y usted sabe que es un resultado del fenómeno capitalista, pero me causó mucha impresión el saber que también le es muy incómodo el comunismo. Me refiero a cuando usted dice “La sopa es a la niñez lo que el comunismo a la humanidad”

Yo tengo muchas confusiones sobre las cuestiones políticas, pero de algo estoy segura, y es que estoy inconforme. No me siento bien y sé que podría estar mejor solo si el mundo mejora, y lo puede hacer. Pero el comunismo no, el comunismo es realmente como la sopa: te lo dan para que crezcas fuerte, dicen los adultos, pero casi a ningún niño le gusta. Es un dilema. Solo me queda decir, y me refiero a China, vea usted donde están, pero no se ha convertido en una potencia Capitalista aún más  monstruosa que el mismo Estados Unidos. Pues le recuerdo que su auge tiene sus cimientos en la revolución cultural. No culpo al comunismo, solo pienso que es insuficiente.



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